domingo, 7 de abril de 2019

MANOLO GARCÍA: VERDAD E INSTANTE.

El pasado viernes tuve la inmensa suerte de asistir al concierto de estreno de la Gira acústica de Manolo García, un verdadero privilegio disfrutar de la música de uno de los artistas con mayúsculas del panorama creativo de nuestros días al que sigo desde hace décadas y al que ya dediqué una entrada anterior en este blog.


Manolo García en estado puro sobre el escenario


Al ver a Manolo García sobre el escenario sentí algo parecido al sentimiento de alegría y vuelta al hogar de la niñez que uno tiene cuando se reencuentra con esos amigos de la infancia con los que a los cinco minutos de comenzar a hablar se superan años de separación.Desde los primeros acordes percibí que esa noche iba a ser única e inigualable, por lo que me dispuse a disfrutar cada gota del selecto néctar acústico y visual que nos regaló este ser humano integro que gusta poco de tecnologías y ruidos estridentes de la sociedad actual.


Uno de los momentos sublimes de este concierto acústico

La escenografía me pareció original, sencilla y acogedora, propia de un concierto acústico donde lo importante no es tanto el dónde como el quién; jaulas con pájaros luminosos, marcos con fondos de sombras chinescas, tubos de neón, luces envolventes, colores puros, todo se conjuró para crear una simbiosis entre público y artista, entre un cicerone de los sentimientos cantados y unos acompañantes entregados que nos paramos junto a él en un recodo del camino a beber agua fresca y poder seguir así el camino de la vida, ese camino al que el propio Manolo García se refirió poniendo voz y pasión a los versos de Machado.


La escenografía fue un protagonista más de esta noche única


En varios momentos del concierto Manolo García nos habló de manera cercana y amigable de lo que hablan los amigos: de pintura, de olvidarse por un momento de la esclavitud de los móviles o de comprar unos colores y con la ayuda de pinceles dar vida a piedras como algo sublime; y es que Manolo García es música, pero también es palabra, precisamente cuando lo diario me duele procuro ver la entrevista que Jesús Quintero realizó a Manolo García hace ya algunos años, verdadero ungüento de palabras para el corazón.




Los que seguimos a Manolo García desde sus orígenes reconocimos acordes de su primera etapa musical y otras mucho más cercanas, canciones tarareadas por un coro de voces al que el dios Cronos paró su reloj de arena durante tres horas para que solo existiera una cosa: la belleza de la verdad y de ese momento, sin un antes, sin un después, simplemente un ahora.


Siete extraordinarios músicos que acompañaron al maestro Manolo García


Destacar el grupo de músicos que va a acompañar a Manolo García durante esta gira, calidad y virtuosismo en estado puro que hicieron más grande si cabe este festín de música y sentimiento.Me deleité con las letras de sus canciones como el que disfruta de ese momento único al atardecer cuando el sol está a punto de ocultarse tras el horizonte  y uno se siente en paz consigo mismo, incluso pude tararear varias de mis canciones fetiche aquellas que me han salvado en momentos de zozobra o que me han hecho resurgir de las cenizas de la apatía y la rutina somnolienta.


Desde algún lugar de La Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme

No faltó la simpatía, el buen humor, alguna pandereta volando o cencerros que llenaron el aire de acordes arcaicos y primigenios además de guitarras, violines y hangs, produciéndose una fusión de ritmos que llegan a lo más íntimo, a esa luz esencial que nos hace humanos en el sentido bondadoso de la palabra.


Y tras el concierto solo queda ponerse las botas de siete leguas que aviven mi dormido paso


Solo me queda agradecer a Manolo García la invitación a ese patio fresco lleno de geranios en el que nos sentamos en sillas de enea a hacer filigranas de esparto mientras conversábamos sobre lo que somos: simple y grandiosamente LEVEDAD.





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