lunes, 3 de noviembre de 2014

EDITORIALBLOG: La ceguera interesada

"... espectros que quieren gobernar nuestros pensamientos, haciéndonos ver y creer lo que no es sino un artificio maquillado".

Las circunstancias que nos rodean en estos momentos hacen imprescindible una parada para pensar, para intentar comprender y para actuar en consecuencia, evitando caer en el comentario fácil, en la reflexión ramplona, en el seguidismo ciego o en la actitud zafia. 


Palabras como corrupción, blanqueo, cohecho, soborno o tráfico de influencias saturan nuestra realidad haciéndonos sentir como meros espectadores en un show grotesco y macabro, que en ocasiones llega incluso a lo estrambótico aunque ninguna sonrisa debe salir de nuestros labios.
Surgen igualmente afinidades partidistas, ocultamientos interesados, coartadas lamentables y complicidades manifiestas, pero una postura honesta y congruente nos debe situar en un nivel de crítica constructiva, a la vez que inflexible, a los razonamientos de colectividades con claros sesgos partidistas y a las estrecheces mentales provenientes de individuos que no son sino altavoces mediáticos de la ignorancia y la estupidez, campo abonado para los prestidigitadores de la verdad.


Mirar para otro lado o cerrar los ojos se ha convertido para muchos en el mejor antídoto frente a este fatum, debiendo recordar a complacientes el poema de Bertolt Brecht: 

"Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. 
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde".


Precisamente ese es el peligro en el que incurrimos cuando nos desentendemos de los problemas que nos rodean, cuando pasamos de largo ante una injusticia, cuando achacamos al otro la responsabilidad propia que todo ciudadano tiene para con el resto de la sociedad.
Los recientes, y no tan recientes, acontecimientos económicos y políticos generan frustración individual frente a la invidencia colectiva interesada y muda, viniendo a mi memoria la obra de José Saramago "Ensayo sobre la ceguera" en la que nos dice: 

"Es que no sabéis, no podéis saber, lo que es tener ojos en un mundo de ciegos... soy simplemente la que ha nacido para ver el horror, vosotros lo sentís, yo lo siento y, además lo veo".

lunes, 14 de julio de 2014

Superhéroes de la realidad.

"... la noche es más oscura justo antes de amanecer".

Cuando analizamos la realidad que nos rodea una sensación de impotencia, hartazgo y hastío nos embarga creciendo en nuestro interior un sentimiento de repulsa e incredulidad ante tantas injusticias y despropósitos por parte de "sujetos" que no atienden a ningún tipo de freno ético, aprovechándose de la buena voluntad de millones de ciudadanos íntegros.


Me recuerda esta situación al mundo de depravación, corrupción y delincuencia en la que se ve inmersa la ciudad imaginaria de Gotham City en la cual los delincuentes y villanos campan a sus anchas destruyendo todo aquello que signifique ley, orden y justicia.
Tan solo un personaje, Batman, logra poner freno a estas jaurías plagadas de malhechores que temen al caballero oscuro, ya que es la única barrera que les impide campar a sus anchas. Que pena que este personaje solo habite en las viñetas o en el celuloide, y no en la realidad, poniendo a buen recaudo a tanto estafador, corrupto y ladrón que se mueven con total impunidad dentro de una sociedad que ha caído en numerosas ocasiones en una indiferencia cómplice.


Especial interés despierta en mi este personaje ya que hace frente al mal, no con superpoderes sino con sus conocimientos científicos, habilidades detectivescas y destreza física, precisamente esas cualidades son parejas a la capacidad de análisis y crítica, a la reflexión inquisitiva y a la fuerza de las convicciones éticas que un ciudadano debe mostrar ante los ataques indiscriminados de las hordas oligarcas que invaden cualquier terreno en su afán expansionista.
Cuando recordamos a los enemigos de Batman, El Joker, Ra´s Al Ghul, Catwoman, Dos Caras, Hiedra Venenosa, El Pingüino, Bane, El Espantapájaros o Harley Quinn entre otros, a uno se le vienen a la mente la imagen de "personajes" públicos muy reales que ejercen con descaro irreverente el mismo tipo de acciones que estos malhechores, con el agravante de que, a diferencia de las historietas gráficas, son muy reales y, en la mayoría de los casos consiguen sus objetivos con total impunidad.


lunes, 2 de junio de 2014

LA REALIDAD A TRAVÉS DEL CINE.

"... me encaramaba al sillón de mi abuela para poder ver en blanco y negro aquellas películas que daban paso a un intenso debate".

El cine es uno de los medios más cercano, rápido y efectivo que existe en nuestra sociedad contemporánea para poder comprender y analizar la realidad actual en sus diferentes prismas económicos, sociales, políticos y culturales. La realidad alienta a ese cine que a su vez alimenta a su fuente inspiradora creando corrientes de opinión, expectativas, miedos, esperanzas o ilusiones, y es que no por casualidad se le ha denominado al cine como la "fábrica de sueños".


Igualmente ese poder de interacción e influencia en la vida de las personas le ha señalado también como "El Cuarto Poder", con unas acciones tendentes a su manipulación, vigilancia, censura o control según que casos.
Y evidentemente, no se puede olvidar el carácter creativo y cultural que le ha consagrado como "El séptimo Arte", tal vez el elemento que en ocasiones más se olvida y que sin embargo da el sentido primigenio a esta creación humana.
Llegados a este punto cabe preguntarse si, teniendo tanta importancia y trascendencia el cine a diferentes niveles, hoy en día el mundo fílmico es un elemento de análisis, estudio, debate y conocimiento en los diferentes medios de comunicación en general y en la Televisión en particular.
Contestando a esta cuestión, vienen a mi memoria programas televisivos como La Clave, ¡Qué grande es el cine!, Cine Club o Butaca Especial, referentes del denominado Cineforum, aunque con un formato distintivo en cada caso.



Y es que en aunque en nuestros días la parrilla televisiva está llena de películas, series y films, que dan el contenido principal a la programación de la mayoría de las cadenas ocupando el prime time, no existen o son muy difíciles de encontrar programas en los que una determinada película proyectada sea el trampolín desde el que lanzarse a un debate, análisis o tertulia cinematográfica en el más amplio sentido de la palabra.


Por ejemplo, en el programa dirigido por José Luis Balbín y que se emitió en la segunda cadena de TVE hasta el año 1985, recuerdo como, aún siendo muy pequeño, me encaramaba al sillón de mi abuela para poder ver en blanco y negro aquellas películas que daban paso a un intenso debate tras el cual se recomendaban libros y publicaciones para profundizar sobre el tema en cuestión. Recuerdo sus tres monos y su sintonía que todavía hoy rememora en mi recuerdos de una época donde ya el afán por saber y conocer generaba en mí curiosidad por aquella vieja televisión en blanco y negro de mi abuela.


Pasó el tiempo y el testigo del cine como pretexto de diálogo fue recogido por José Luis Garci, también en TVE, cuando en 1995 llevaba a cabo un programa para, como decía el slogan, "una inmensa minoría". Todavía recuerdo hoy el humo en esas tertulias cinematográficas dando una atmósfera londinense única a un programa cuyo decorado con aquellas sombras chinescas era reclamo para los que amamos el cine.



Pero, ¿qué ha sucedido con este formato televisivo?, ¿es que esta forma de programa aburre?, ¿es que la estructura película - tertulia - reflexión asusta?.
Me resisto a creer que un formato televisivo tan magnífico, con tantas posibilidades culturales, lúdicas y pedagógicas no sea considerado por los programadores televisivos actuales, máxime cuando la tecnología actual ayudaría al desarrollo de los mismo. Tal vez el problema esté en eso precisamente, que no se trata de tener más o menos medios, recordemos que los dos programas que hemos mencionado se desarrollaron en una época en la que la televisión española estaba dando sus primeros pasos, y sin embargo alcanzaron unos niveles de calidad incuestionables, tal vez todo dependa de algo tan sencillo como la voluntad, o mejor dicho, la falta de voluntad por este formato televisivo que ha quedado relegado a televisiones locales, algunos programas de radio o en foros de internet.



Se nos habla en muchas ocasiones de la falta de calidad de la televisión, de la carencia de ideas nuevas o de la falta de interés de los telespectadores, pues ahí tienen las cadenas televisivas una veta abandonada en su momento, pero que seguro daría buenos réditos para, utilizando una vez más la frase "una inmensa minoría" dentro de la cual me encuentro desde hace muchos años. 
Aquí os dejo un programa completo de aquel ¡Que grande es el cine! dedicado en este caso a la genial obra del maestro Hitchcock: "Con la muerte en los talones"




lunes, 7 de abril de 2014

EDITORIALBLOG

"... tristes títeres de una realidad en la que el mayor peligro que nos acecha es la indiferencia "

Es incuestionable la importancia de la Música como soporte de sentimientos, ideas y realidades, trascendiendo su importancia el carácter lúdico y creativo, y es que en una situación de emergencia moral como la que llevamos viviendo y soportando desde hace demasiado tiempo, la música se revela crucial y determinante como altavoz de inquietudes, quejas y reivindicaciones cívicas frente al latrocinio con patente de Corso del que numerosos políticos alardean parapetándose tras el escudo con el blasón de la crisis para justificar lo injustificable, para señalar con su sucio dedo acusador hacia lo superfluo y banal, desviando la atención de lo realmente importante, de aquello que nos condiciona en nuestro día a día, para exigir a los demás esfuerzos y sacrificios que no son sino privilegio y exención para ellos.


Toda esta situación ha llegado a unos niveles grotescos pudiéndose afirmar a estas alturas que nos están tomando el pelo, que están tan cómodos en su trono de impunidad que no les tiembla la mano a la hora de tomar medidas que coartan las libertades cívicas más elementales, considerando al ciudadano como un sujeto dócil y aborregado cuyo estado natural es el del silencio, aquella "inmensa mayoría silenciosa".
Curioso que en esta supuesta democracia se valore más el silencio que la palabra, que se quiera mezclar interesadamente la reivindicación cívica y pacífica con la algarada violenta de unos grupúsculos que no representan a nadie nada más que a ellos mismos y que han venido muy bien a los voceros mediáticos tergiversadores de la verdad para desviar, por enésima vez, la atención de lo realmente importante, de lo que merece la pena escuchar, ver y oír.



La libertad de expresión, el derecho a la queja cívica y pacífica, la posibilidad de reunirse para poner sobre la mesa ideas que nos lleven a un futuro esperanzador y a una seguridad común como sociedad no es un privilegio que se nos puede dar o retirar según el capricho divino de estos políticos mediocres que quieren que los veamos como mediadores y salvadores cuando en realidad muchos de ellos tienen como único referente mover los hilos del poder.



Nos convertimos así los ciudadanos en tristes títeres entre los que campa a sus anchas el mayor peligro que acecha al ciudadano que es su propia indiferencia frente a las continuas y descaradas tropelías a las que asistimos como convidados de piedra de un banquete al que se nos dice tuvimos acceso durante un tiempo viviendo "por encima de nuestras posibilidades" cuando los que están viviendo por encima de nuestras posibilidades son muchos personajes oscuros que en cualquier país plenamente desarrollado y democrático sonrojarían a la sociedad, cosa que no sucede en nuestro país donde el populismo, la demagogia y la mendacidad son vistas como algo normal cuando son alentadas por pobres diablos serviles y feudatarios que se conforman con las migajas del banquete en forma de un favor, una prebenda o simplemente, un apretón de manos.



Con todo este argumentario sobre la mesa es momento de mostrar como hay personas con inquietudes que nos están marcando caminos de crítica cívica, pacífica e inteligente frente a la estupidez de estos iluminados cuyo curriculum sonroja en muchos casos por su podredumbre... y es que me niego a entrar en ese bucle de indiferencia tan anhelada por muchos dirigentes. 
Ese activismo cívico lo tenemos en algunos artistas que utilizan la música  como ariete contra la insensibilidad oficial siendo ejemplo de esto el último trabajo de Amaral "Ratonera", un directo a la mandíbula de la prepotencia y la ceguera interesada de nuestra política. Ese es el camino frente a los mensajes estudiados de estos pretidigitadores de las palabras, que intentan hacer creer a la gente lo que no es sino una ilusión trágica y macabra.
Ahí va el primer aldabonazo de imaginación frente a la estupidez y mediocridad de esta oligarquía prepotente que practica a la perfección la ceguera, la sordera y el enmudecimiento de los monos, no precisamente sabios en este caso sino interesados.



Otro torpedo a la línea de flotación de la mediocridad política lo representa el video-clip de Rosendo "Vergüenza Torera", poniendo imagen a los verdaderos damnificados de esta espiral de despropósito integral de nuestros dirigentes, que es la gente de la calle, esa gente que sufrimos a diario las declaraciones y acciones Kamikaze de estos maestros y maestras del disfraz y el travestismo político, diciendo una cosa y haciendo todo lo contrario... ¡y esto nos consta a todos!



Otro asidero frente a estos trileros de la realidad lo representa el programa radiofónico Carne Cruda 2.0 de la Cadena SER, que desde Internet, con Javier Gallego que demuestra como la ironía, la sátira y el humor ácido son efectivas cargas de profundidad frente a tanta idiotez consentida. Y como muestra un exquisito botón, el programa de Carne Cruda 2.0. en el que se entrevistó al magnífico periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano.





No podría faltar en este kit de supervivencia cívica y alternativa al oficialismo populista mediático el programa de Javier Cárdenas "levántate y Cardenas" de Europa FM, un periodista que "no se corta" a la hora de analizar la realidad a pecho descubierto con editoriales sonoras que no dejan indiferente a nadie... ni falta que hace.




Seguiremos pendientes de estas alternativas con las que se podrá estar de acuerdo o no pero que son necesarias para crear un contrapeso frente a la oficialidad de unos medios de comunicación manipulados y utilizados para defender y alabar a unos intereses que nada tienen que ver con la objetividad y la defensa de la libertad de expresión, la LIBERTAD con mayúsculas, la democracia real.








domingo, 16 de febrero de 2014

ON THE AIR...

"Compañera en la soledad, amiga del camino, voz de la conciencia..."

El pasado jueves 13 de febrero se celebró el Día Mundial de la Radio, fecha en la que en 1946 la ONU inició las emisiones de su radio, surgiendo una iniciativa conmemorativa hace tres años desde la UNESCO.


Los adjetivos se quedan cortos para calificar la importancia, la trascendencia, el antes y el después que para la Historia del Hombre ha significado este medio de comunicación que ha transformado la manera en la que nos acercamos, conocemos y reflexionamos sobre la realidad que nos rodea.
Su poder en los acontecimientos contemporáneos es incuestionable, acompañando generación tras generación a millones de personas que han encontrado en esta caja de sonidos la puerta para acceder al conocimiento, a la cultura o al entretenimiento.


Compañera en la soledad, amiga del camino, voz de la conciencia, detonante de tumultos, susurro de la vida, testigo de lo diario, aliada de la inmediatez... todo eso es la radio y mucho más, máxime cuando el que suscribe estas líneas además de ser un oyente incondicional de radio, ha vivido diez años de su recorrido existencial al otro lado de las bambalinas hertzianas sintiendo esa sensación única de conectar con el oyente que está al otro lado.


Tiempo habrá para un editorial.blog sobre esa etapa única que considero un escalón más hacia el sueño que tengo en mente desde hace tantos año. Mientras tanto, y centrando en este homenaje hacia la radio, obligado es tener desde aquí un sentido recuerdo para con aquellos gladiadores de las ondas que ya no están con nosotros, pero que siguen en la memoria colectiva de los que amamos y respetamos a la radio y a los oyentes que hay tras ella,.
Me refiero por ejemplo a Juan Antonio Cebrián, director del mítico programa "Turno de Noche" o "La Rosa de los Vientos",  y que nos dejó de manera trágica en 2007, sin duda un maestro de la comunicación al que añoramos desde el recuerdo.


Aciago año ese 2007 que nos arrebató igualmente a otro grande de las ondas, Carlos Llamas, director del mítico Hora 25 de la Cadena Ser, objetividad y análisis crítico se aunaban en un profesional que creo escuela en las ondas.


Y siempre que hablo de la radio viene a mi memoria la adaptación de la obra de H.G. Wells "La Guerra de los Mundos" que el genial Orson Welles realizó desde la CBS en 1938.


Se puede decir que aquella noche de Halloween la radio dió uno de los golpes más contundentes a la puerta de de la sociedad demostrando su poder e influencia, llevando el miedo a los hogares norteamericanos a través de una dramatización donde lo inverosimil, una invasión marciana, se hacia creíble de la mano del genial Welles.


Que mejor homenaje a la radio y a su increíble fuerza que traer hasta aquí un documental dramatizado subtitulado en castellano realizado por el genial locutor norteamericano Edward R. Murrow, que ya de por sí es una verdadera joya de la comunicación audiovisual, recogiéndose en él lo acontecido en aquella noche del 30 de octubre de 1938 donde la radio alcanzó su mayoría de edad, la noche en la que América tembló, todavía recuerdo esas palabras:
"Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...".













domingo, 5 de enero de 2014

Editorialblog.

PROPÓSITOS COMPARTIDOS…

Comienza un nuevo año y, dejando a un lado el necesario bullicio y el monocorde ruido de fondo de las celebraciones, son momentos propicios para los propósitos que, según la Real Academia de la Lengua, son los objetivos que tiene una cosa o una acción, o lo que es lo mismo, las voluntades e intenciones que surgen en nosotros en esta línea de salida temporal.


Quiero haceros llegar en esta entrada del blog, una relación de algunos de los propósitos con los que quiero llenar el zurrón de esas acciones por realizar y que el dios cronos juzgará en su debido momento.
Entre esas intenciones está la de seguir alimentando a este blog con un número suficiente de entradas, continuando por la senda del análisis, de la cultura, de la calidad, de la variedad, de la sorpresa y por supuesto de la crítica constructiva, ya que este nuevo tiempo necesita viejas recetas.
Hay también voluntad de permanecer atento y abierto a todo y a todos aquellos que pueda aportar y enriquecer mi cultura, mi léxico, mi reflexión, mi formación, y mi espíritu, cual árbol expuesto a los vientos benignos de la prosperidad.
Anhelo no hacerle perder el tiempo a nadie que no desee permanecer junto a ese árbol, al igual que me planteo no perder igualmente mi propio tiempo en aquello y aquellos que sean ajenos a los cachivaches resplandecientes que uno expone en el tenderete de su alma como son la amistad, la solidaridad, la sinceridad o la ilusión, bienes demasiado preciados como para malvenderlos por unas míseras monedas de desprecio, interés superficial, necesidad coyuntural o hipocresía cortoplacista.
Otro de los propósitos marcados en la corteza de este vetusto árbol es amparar con sus ramas a los viajeros que el camino va poniendo a su lado, ayudando a aquellos que la vida ha situado en el borde del recorrido, aportando sombra, frescor y la musicalidad de las hojas al viento, o lo que es lo mismo, ayudando económicamente a asociaciones y colectivos que realizan una limpia y contrastada acción social, cediendo esas monedas del bolsillo a quien lo tiene vacío de todo y de todos, o charlar con aquellos que se convirtieron en invisibles de las esquinas para los propietarios de ricas carrozas engalanadas con la podredumbre del que lo tiene todo y cree que nunca lo perderá y lo que es más infame, afirmando ser merecedor de esa abundancia por razones de apellido, rango o abolengo.


Las entradas en clave ecologista deben ser otro estandarte de este amanuense, poniendo imágenes y voz, a los animales y las plantas de este pangea azul que el ser humana se ha empeñado en dividir más allá del aleatorio baile geológico. Sus historias de cotidianidad son lecciones eternas que el Homo ¿Sapiens? se empeña en rechazar distrayendo su atención hacia espejismos frágiles y quebradizos coloreados con tonalidades de fanatismo o superficialidad religiosas, cultura o histórica.
Recoge igualmente el diccionario que propósito puede ser también el ánimo o intención de no hacer una cosa, ahí, cual alfarero, también hay un vasija repleta de posibilidades, dando forma a planteamientos que no sigan las directrices populistas unidireccionales que se nos imponen desde el balcón de las oligarquías mediocres y mendaces, ebrias de poder y arrogancia.


Otro propósito engloba no seguir el juego a esos trileros de la política y las finanzas que bajo los triles de una supuesta seguridad, bienestar y libertad, esconden no una sino tres bolas, entendiendo como tales no cuerpos esféricos de colores, sino bulas y embustes diarios teñidos del color de la impunidad y la corrupción consentida, protegidas, auspiciadas y alentadas por un público pusilánime y borreguil.
Propósito será también seguir sembrando las semillas de sabiduría en los surcos de trabajo, esfuerzo y perseverancia que hay tras las lecturas que se hacen necesarias como alimento del alma, y es que es ingente la torre de libros que me esperan para desplegar ante mí sus frutos de conocimiento.


De entre los pilares que forman esa majestuosa columna del saber, mencionaré algunos de los títulos de los cuales ya estoy empezando a regocijarme, como por ejemplo “No estamos locos” del médico José Miguel Monzón Navarro, conocido por su nombre de guerra “El Gran Wyoming”, sirva como piedra de toque un pequeño extracto de esta contundente clase de realismo irónico, dice “… es también muy español, lo de estar al servicio de personajes patéticos aclamados por huestes que jamás osan contradecir al líder, que viviendo en esa ficticia infalibilidad, pierde el sentido de ridículo e incrementa hasta límites insospechados su estupidez mientras se siente un ser intelectualmente privilegiado”.


“El Mundo Hoy, nosotros” es otro texto me espera; se trata de un libro del fotoperiodista y corresponsal de guerra Eduardo Rubio, en él, además de unas imágenes con una gran fuerza visual llenas de contrastes, encontraremos reflexiones del autor como por ejemplo cuando dice que “… el mundo que yo he visto obliga a rebelarse y a pedir lo imposible, a luchar por el débil y por nuestro planeta. El futuro depende no sólo de lo que seamos capaces de construir, sino de lo que nos neguemos a destruir”.


Siguiendo este recorrido por los propósitos en forma de libro que tengo ante mí, menciono ahora un texto corto en extensión pero profundo en su contenido, me refiero a la conversación entre el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid y Nega, vocalista del grupo de hip-hop los Chikos del Maíz, su título “¡Abajo el régimen!”, en el comienzo de este proyecto se expone que “… traducir crisis como estafa nos acerca al elemento de clase crucial: nos están estafando los ricos y eso la gente lo tiene claro”.


Momento especial es el que viviré acompañando en sus reflexiones a Antón Losada, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela, que en su libro “Piratas de lo público”, hace un análisis exhaustivo del neoliberalismo como corsario al abordaje del Estado del Bienestar, comentando como “… hay gente que ha olvidado o ha decidido olvidar de dónde venimos, cómo éramos hace cuarenta años, cómo la democracia y el proyecto común de construir un Estado social y democrático de derecho, un Estado del Bienestar, transformó para bien aquel país oscuro, triste, pobre y miedoso. Y no hay nada en el mundo que compense la miseria de vivir con miedo”.


También está ante mí una obra de Juan Eslava Galán, doctor en Letras, que plantea en “De la alpargata al Seiscientos”, un amplio, variado y profundo recorrido por la España de los años cincuenta donde “al confesionario, el botijo y la pandereta se agregan la Coca-Cola y el frigorífico, la tele y el gas butano”.


Y desde hace algún tiempo sentía curiosidad por un pequeño libro que ha generado una gran controversia al traducir al lenguaje de a pié lo que se mueve entre las bambalinas del teatro político, me refiero al economista santanderino Miguel Ángel Revilla, y a su libro de título contundente y molesto para algunos “Nadie es más que nadie”, donde dice que “… ser feliz no es caro, se la dedico a Urdangarin”, sin comentarios.


Como propósitos inminentes que pronto llegarán a los fondos de mi biblioteca están igualmente sendas obras, una del anteriormente citado Revilla “La jungla de los Listos” y otra el nuevo libro de un autor que me atrajo con su magnífica obra titulada “Los nuevos déspotas del periodismo político” que ya mencioné en una entrada anterior de este “santo” blog; me refiero al periodista Ramón Miravitllas y su “La conjura de los corruptos”, promete horas de intensa y no muy sosegada lectura.
Uno de los propósitos ya realizados, a pesar del poco tiempo que llevamos navegando por las procelosas aguas de este recién nacido tiempo es haber disfrutado del Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena dirigido por un Barenboim en estado de gracia que demostró que cuando la música habla, debemos de callar y escuchar, y que la genialidad y la sabiduría no está reñida con la simpatía y la complicidad… ¡Cuánto deberían aprender de este tipo de liturgias culturales, muchos bobos mediocres y mendaces que saludan desde el balcón de una autoproclamada sabiduría de gacetilla pusilánime!.


Quedaría incompleta esta entrada sin una rápida mención a los propósitos cinematográficos ya que no solo de letras vive el hombre, en este caso también deseo alimentarme, como buen cinéfilo, de celuloide que tomará forma en títulos a priori interesantes como “Doce años de esclavitud” de Steve McQueen, el film de George Clooney, “The Monuments Men”, o la última de los Hermanos Coen “Inside llewyn Davis”.


Hasta aquí llego la singladura de principio de año, arrío las velas de la reflexión y tomo tierra firme con el anhelo de saber que, como decía Warren Bennis, “las personas necesitan unos propósitos que tengan significados, esa es nuestra razón de vivir, con unos propósitos compartidos somos capaces de conseguir cualquier cosa”.