lunes, 14 de julio de 2014

Superhéroes de la realidad.

"... la noche es más oscura justo antes de amanecer".

Cuando analizamos la realidad que nos rodea una sensación de impotencia, hartazgo y hastío nos embarga creciendo en nuestro interior un sentimiento de repulsa e incredulidad ante tantas injusticias y despropósitos por parte de "sujetos" que no atienden a ningún tipo de freno ético, aprovechándose de la buena voluntad de millones de ciudadanos íntegros.


Me recuerda esta situación al mundo de depravación, corrupción y delincuencia en la que se ve inmersa la ciudad imaginaria de Gotham City en la cual los delincuentes y villanos campan a sus anchas destruyendo todo aquello que signifique ley, orden y justicia.
Tan solo un personaje, Batman, logra poner freno a estas jaurías plagadas de malhechores que temen al caballero oscuro, ya que es la única barrera que les impide campar a sus anchas. Que pena que este personaje solo habite en las viñetas o en el celuloide, y no en la realidad, poniendo a buen recaudo a tanto estafador, corrupto y ladrón que se mueven con total impunidad dentro de una sociedad que ha caído en numerosas ocasiones en una indiferencia cómplice.


Especial interés despierta en mi este personaje ya que hace frente al mal, no con superpoderes sino con sus conocimientos científicos, habilidades detectivescas y destreza física, precisamente esas cualidades son parejas a la capacidad de análisis y crítica, a la reflexión inquisitiva y a la fuerza de las convicciones éticas que un ciudadano debe mostrar ante los ataques indiscriminados de las hordas oligarcas que invaden cualquier terreno en su afán expansionista.
Cuando recordamos a los enemigos de Batman, El Joker, Ra´s Al Ghul, Catwoman, Dos Caras, Hiedra Venenosa, El Pingüino, Bane, El Espantapájaros o Harley Quinn entre otros, a uno se le vienen a la mente la imagen de "personajes" públicos muy reales que ejercen con descaro irreverente el mismo tipo de acciones que estos malhechores, con el agravante de que, a diferencia de las historietas gráficas, son muy reales y, en la mayoría de los casos consiguen sus objetivos con total impunidad.