Aquí dejo unas líneas de creación propia, da igual cuándo y porqué se han escrito:
La vida transcurre por unos caminos que solo el Divino Creador ha diseñado, nosotros únicamente podemos caminar por ellos creyendo tener un mapa que no es sino vaga ilusión.
Cuanta soberbia hay detrás de cada paso que creemos dar seguros de que habrá un día después; y no es así, cada paso es el último de una historia contada ya de antemano.
"Carpe Diem" cuantas veces resuenan esas palabras como truenos en la lejanía, y que verdad es cuando tras su estruendo cae la lluvia de la realidad, de lo efímero, de lo que es ahora y nunca más.Cada detalle que se muestra ante nosotros y no miramos es una oportunidad perdida que no volverá, esperamos el gran amanecer desdeñando las pequeñas luces del alba, ceguera maldita que el ajetreo jalea para hacernos olvidar que ese instante existió y que ya no volverá.
Una brizna de hierva, un aleteo tenue, un sonido apagado, todo es maravilla invisible para los necios que caminan hacia un porvenir de niebla y vapor que desaparecerán sin una segunda oportunidad.Pararse, ser consciente de la grandeza que dejamos escapar rasgando el presente con la gloria de un futuro que es un espejismo, un truco barato de una mágica caduca.
Siempre faltó una conversación pausada con ese otro que está dentro de uno mismo, ese que conoce realmente que miedos y tristeza le visten y arropan, ese ante el que no sirven disfraces ni palabrería, ese que a diario se cuelga de nuestro cuello con el peso de la verdad.
El calor de su respiración es la esperanza de un mañana mejor que este gris y cruel hoy, su acompasado ritmo marca la calma de las grandes cosas, de aquellas que realmente merecen la pena; un leve bostezo en el tedio de la tarde, calma, todo está bien.Un simple sorbo sirve para saborear el placer de lo normal, de lo que está ahí levantando sus brazos para señalarnos su presencia; herrumbre de lo que fue y ya no será.
