domingo, 17 de enero de 2021

DE AMISTADES Y ZORROS.

La amistad se ha erigido a lo largo de la Historia en uno de los valores y referentes más nobles de la Humanidad y, tal vez, ese concepto ha sido el que nos ha salvado en numerosas ocasiones de sucumbir inexorablemente en el abismo de la maldad y la destrucción.

"En el club de los poetas muertos" la amistad es la esperanza

Conocemos amistades verdaderas, interesadas, ocasionales, pasadas, pasajeras e incluso peligrosas, significando en nuestra vida peajes de gratitud, de escucha, de escuela, de espera y de complicidad, teniendo plena vigencia la reflexión de Aristóteles cuando planteaba que "el antídoto para cincuenta enemigos es un amigo".


McFly y Brown llevaron su amistad más allá de la pantalla

Numerosas obras literarias han tenido como hilo conductor la amistad configurándose el uno de los bienes más preciados y también más inalcanzables del ajuar vital, recordemos a Alonso Quijano y Sancho Panza en Don Quijote de la Mancha, al Principito y al Zorro en la novela de Antoine de Saint-Exupéry, a Chuck Nolan y a Wilson en la película Naufrago, a Frodo Bolson y a Sam en El Señor de los Anillos o a Edmondo Dantes y al abate Faria del Conde de Montecristo.


En "Cadena Perpetua" la amistad es sinónimo de Libertad

La lista seria interminable y es precisamente esa amplitud de ejemplos la mejor pista para indicarnos cuan importante es la amistad en el devenir humano, cuan necesario y vital es tener a personas con las que reflexionar sobre el día a día afrontando con ellas los problemas del camino.


Forrest Gump y Bubba, dos amigos hasta el final

Como en todas las circunstancias difíciles, la situación actual que estamos sufriendo despeja, en parte, la incógnita sobre quién es ese amigo que está ahí para ayudarte a pesar de que la tempestad ruja con un ulular lleno de desazón o, al menos, facilita dilucidar a quienes se deben restar de la lista fraternal.


En "Intocable" la amistad surge del respeto por el otro

Nadie está obligado a perder el tiempo en acciones que no le llenan, que no le hacen crecer como persona, que le diluyen en el anonimato y, ni mucho menos, está obligado a compartir esos granos de arena del reloj vital con quien no aporta nada a su vida; es por ello que el valor de un minuto cedido por alguien para interesarse por otra persona vale su peso en oro, máxime cuando muchas cuestiones se miden por la ley del interés.


La amistad también se aprende como en "Mejor Imposible"

Si después de leer estas palabras viene a tu memoria alguien al que puedes considerar amigo: ¡Enhorabuena! has encontrado aquello que tan bien reflejó Antonie de Saint-Exupéry al escribir: "No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo".

El cine como cómplice de la amistad