lunes, 7 de abril de 2014

EDITORIALBLOG

"... tristes títeres de una realidad en la que el mayor peligro que nos acecha es la indiferencia "

Es incuestionable la importancia de la Música como soporte de sentimientos, ideas y realidades, trascendiendo su importancia el carácter lúdico y creativo, y es que en una situación de emergencia moral como la que llevamos viviendo y soportando desde hace demasiado tiempo, la música se revela crucial y determinante como altavoz de inquietudes, quejas y reivindicaciones cívicas frente al latrocinio con patente de Corso del que numerosos políticos alardean parapetándose tras el escudo con el blasón de la crisis para justificar lo injustificable, para señalar con su sucio dedo acusador hacia lo superfluo y banal, desviando la atención de lo realmente importante, de aquello que nos condiciona en nuestro día a día, para exigir a los demás esfuerzos y sacrificios que no son sino privilegio y exención para ellos.


Toda esta situación ha llegado a unos niveles grotescos pudiéndose afirmar a estas alturas que nos están tomando el pelo, que están tan cómodos en su trono de impunidad que no les tiembla la mano a la hora de tomar medidas que coartan las libertades cívicas más elementales, considerando al ciudadano como un sujeto dócil y aborregado cuyo estado natural es el del silencio, aquella "inmensa mayoría silenciosa".
Curioso que en esta supuesta democracia se valore más el silencio que la palabra, que se quiera mezclar interesadamente la reivindicación cívica y pacífica con la algarada violenta de unos grupúsculos que no representan a nadie nada más que a ellos mismos y que han venido muy bien a los voceros mediáticos tergiversadores de la verdad para desviar, por enésima vez, la atención de lo realmente importante, de lo que merece la pena escuchar, ver y oír.



La libertad de expresión, el derecho a la queja cívica y pacífica, la posibilidad de reunirse para poner sobre la mesa ideas que nos lleven a un futuro esperanzador y a una seguridad común como sociedad no es un privilegio que se nos puede dar o retirar según el capricho divino de estos políticos mediocres que quieren que los veamos como mediadores y salvadores cuando en realidad muchos de ellos tienen como único referente mover los hilos del poder.



Nos convertimos así los ciudadanos en tristes títeres entre los que campa a sus anchas el mayor peligro que acecha al ciudadano que es su propia indiferencia frente a las continuas y descaradas tropelías a las que asistimos como convidados de piedra de un banquete al que se nos dice tuvimos acceso durante un tiempo viviendo "por encima de nuestras posibilidades" cuando los que están viviendo por encima de nuestras posibilidades son muchos personajes oscuros que en cualquier país plenamente desarrollado y democrático sonrojarían a la sociedad, cosa que no sucede en nuestro país donde el populismo, la demagogia y la mendacidad son vistas como algo normal cuando son alentadas por pobres diablos serviles y feudatarios que se conforman con las migajas del banquete en forma de un favor, una prebenda o simplemente, un apretón de manos.



Con todo este argumentario sobre la mesa es momento de mostrar como hay personas con inquietudes que nos están marcando caminos de crítica cívica, pacífica e inteligente frente a la estupidez de estos iluminados cuyo curriculum sonroja en muchos casos por su podredumbre... y es que me niego a entrar en ese bucle de indiferencia tan anhelada por muchos dirigentes. 
Ese activismo cívico lo tenemos en algunos artistas que utilizan la música  como ariete contra la insensibilidad oficial siendo ejemplo de esto el último trabajo de Amaral "Ratonera", un directo a la mandíbula de la prepotencia y la ceguera interesada de nuestra política. Ese es el camino frente a los mensajes estudiados de estos pretidigitadores de las palabras, que intentan hacer creer a la gente lo que no es sino una ilusión trágica y macabra.
Ahí va el primer aldabonazo de imaginación frente a la estupidez y mediocridad de esta oligarquía prepotente que practica a la perfección la ceguera, la sordera y el enmudecimiento de los monos, no precisamente sabios en este caso sino interesados.



Otro torpedo a la línea de flotación de la mediocridad política lo representa el video-clip de Rosendo "Vergüenza Torera", poniendo imagen a los verdaderos damnificados de esta espiral de despropósito integral de nuestros dirigentes, que es la gente de la calle, esa gente que sufrimos a diario las declaraciones y acciones Kamikaze de estos maestros y maestras del disfraz y el travestismo político, diciendo una cosa y haciendo todo lo contrario... ¡y esto nos consta a todos!



Otro asidero frente a estos trileros de la realidad lo representa el programa radiofónico Carne Cruda 2.0 de la Cadena SER, que desde Internet, con Javier Gallego que demuestra como la ironía, la sátira y el humor ácido son efectivas cargas de profundidad frente a tanta idiotez consentida. Y como muestra un exquisito botón, el programa de Carne Cruda 2.0. en el que se entrevistó al magnífico periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano.





No podría faltar en este kit de supervivencia cívica y alternativa al oficialismo populista mediático el programa de Javier Cárdenas "levántate y Cardenas" de Europa FM, un periodista que "no se corta" a la hora de analizar la realidad a pecho descubierto con editoriales sonoras que no dejan indiferente a nadie... ni falta que hace.




Seguiremos pendientes de estas alternativas con las que se podrá estar de acuerdo o no pero que son necesarias para crear un contrapeso frente a la oficialidad de unos medios de comunicación manipulados y utilizados para defender y alabar a unos intereses que nada tienen que ver con la objetividad y la defensa de la libertad de expresión, la LIBERTAD con mayúsculas, la democracia real.