"...me fui sumergiendo en la atmósfera de investigación que emana de este relato, comprendiendo la dura labor de un reportero del misterio"
Una gélida lluvia golpeaba con fuerza los cristales de mi estudio mientras me encontraba absorto leyendo un gratificante relato periodístico cargado de autenticidad, perseverancia y duro trabajo reporteril.
Un libro imprescindible para conocer cómo es la investigación del misterio |
En mis manos tenía un libro muy especial cuya fuerza percibía en cada página, en cada línea, en cada palabra que su autor había situado en el lugar adecuado para hacer sentir al curioso lector la intensidad de la investigación sin aditivos ni frivolidades, llevándole de la mano por los senderos del misterio y de la otra realidad, esa que acompaña al ser humano desde los albores de la Historia y que sigue ahí aunque en ocasiones se le haga caso omiso.
Imagen del camping de Los Alfaques tras el terrible accidente |
Mientras que una vela encendida sobre mi escritorio se afanaba por repetir una y otra vez su singular danza noctámbula me fui sumergiendo en la atmósfera de investigación que emana de este relato, comprendiendo la dura labor de un reportero del misterio; precisamente este libro es un verdadero manual de cómo trabaja un verdadero investigador, de como trata con seriedad, humildad y objetividad las informaciones obtenidas de fuentes diversas y contrastadas.
Javier Pérez Campos con "Los Otros" al que dediqué este post |
En el transcurso de la lectura pude sentir en la yema de mis dedos el rugoso tacto de las hojas de viejos periódicos como Diario 16, La Nueva España o Interviú, fuentes documentales que son una de las llaves maestras para acercarnos a casos inquietantes donde lo increíble se hace real; y es que con un lenguaje narrativo rico en matices léxicos a la vez que fácil de entender este libro me atrapó desde el primer momento.
El programa "Cuarto Milenio" ha tratado este caso |
Los dígitos de mi reloj marcaban las 2:30 horas de la madrugada y yo seguía hipnotizado por los relatos de testigos que se habían encontrado de bruces con el misterio, con lo imposible, poniéndoles voz un joven reportero ilusionado pero también obsesionado con mostrar la verdad de una tragedia que yo recordaba vagamente ya que tan solo con cinco años miraba junto a mi abuela unas imágenes en blanco y negro en aquel viejo televisor Philips que hablaban de un lugar: el camping de Los Alfaques.
Aquí se muestra cómo se desarrolló la catástrofe de Los Alfaques |