jueves, 8 de diciembre de 2016

UN 35 % NO LO HACE.

La actualidad que nos llega desde todos los frentes muestra un mundo complejo, difícil y, en muchos casos, deshumanizado, apareciendo frente a este bombardeo mediático una sociedad narcotizada y sonámbula que ha generado una piel impermeable a los estímulos más nobles.


Los efectos secundarios de la lectura no son precisamente estos


La búsqueda de explicaciones a esta situación se me plantea difícil, siendo muchos los condicionantes que han llevado a que palabras como empatía, diálogo o escucha se hayan borrado de la enciclopedia del aquí y el ahora siendo sustituidas por términos como inmediatez, postureo o apariencia.


El Roto nos muestra los múltiples retos que tienen ante si la lectura


Creo haber encontrado una de las posibles explicaciones a esta situación de indiferencia intelectual al haberme topado con una encuesta que plantea como ¡más del 35 % de los españoles no lee ni un solo libro en todo un año!, siendo un dato que nos hace entender muchas situaciones de la realidad ante la que nos postulamos como ciegos notarios.


¿Qué opinarías de un profesional de cualquier tipo que te dijera esto?


Las motivaciones de la falta de lectura en la población española son muy diversas, arguyéndose en muchos casos un "no me interesa" o "no me gusta", aunque también la falta de tiempo aparece como otro obstáculo "infranqueable" para acceder al mundo de las letras. "Razones justificadas" dirán algunos, "excusas baratas" aducirán otros, "la vida moderna" sentenciarán unos cuantos. 


Un análisis de este gráfico nos lleva a conclusiones reveladoras de la cultura en nuestro país


Por mi parte creo que la frivolidad del presente ha llevado a muchas personas a sentirse cómodos e incluso a jactarse de su versus personal con la lectura en particular o con la cultura en general, algo que a otros niveles interesa y tranquiliza, y es que viene a mi mente la primera escena de la genial película de Chaplin sobre el maquinismo.


La primera escena de "Tiempos Modernos" de C. Chaplin nos da algunas claves


Mejor nos iría como sociedad si la balanza de la lectura en España se inclinara del lado de los libros y no del vacío intelectual, nos ahorraríamos la sensación de bochorno, hartazgo y vergüenza ajena que uno siente viendo a muchos personajes de esta tragicomendia en la que se ha convertido nuestro día a día al que asistimos como convidados de piedra.


Las Ferias de Libro son una buena oportunidad de reconciliarnos con los libros


Afirmo que somos más de 300 los espartanos de la lectura que enarbolamos frente a la incultura y el catetismo rampante las armas de la lectura; no hay otro camino si queremos hacernos un poco mejores como personas consiguiendo por ende una sociedad más justa e igualitaria.


La "Escuela Rural" del artista suizo Albert Anker, nos acerca a un pasado no tan lejano en nuestro país


Y, precisamente por ello, ese dato del 35 % se me antoja especialmente demoledor, ya que en la actualidad no se puede hablar, en teoría, de analfabetismo o de falta de acceso a la cultura, entendida en este caso como la posibilidad de leer un libro, periódico o revista. Dejaré para otra ocasión la dificultad real de acceso a otro tipo de expresiones culturales como el teatro, el cine, la música o los museos, donde, la excesiva carga tributaria determina la falta de acceso a los mismos.



En Ciudad Real existe esta puerta a un mundo apasionante


La generación de una extensa red de bibliotecas públicas estatales ha facilitado el acceso gratuito a inmensos fondos culturales de todo tipo, y digo esto como usuario de la biblioteca pública de Ciudad Real, un lugar en el que me encuentro cómodo; será porque durante toda mi vida he estado rodeado de estanterías llenas de libros, revistas y tomos que me han ayudado a escapar de la felicidad ficticia del ignorante.


Este es mi rincón secreto donde la realidad se ve de otra manera


España ha superado en las últimas décadas un mal endémico como fue el del analfabetismo, la falta de acceso a la cultura y la inexistencia de preparación en generaciones enteras que no pudieron aportar toda su valía y potencial por causas diversas y, en la mayoría de los casos injustas.


En los medios de transporte de grandes ciudades es muy usual ver esta imagen


Cabe destacar también que, en los últimos tiempos, se está generalizando en nuestras ciudades un nuevo concepto de hostelería que ha sabido unir cultura y restauración, pudiendo encontrar bares, restaurantes y cafeterías donde la carta de especialidades va más allá de lo culinario ofreciéndonos una variada propuesta literaria, pudiendo hojear, leer y comprar libros, revistas y publicaciones diversas.


Un libro, una copa de vino, un café... eso y mucho más encontramos en estos lugares de esparcimiento


En uno de mis viajes a Portugal, en concreto a Oporto, pude admirar la famosa Librería Lello, conocida mundialmente por aparecer en diversas escenas de la saga fílmica de Harry Potter, quedándome sorprendido y admirado de su belleza, llamándome igualmente la atención un pequeño rincón al fondo del primer piso de este lugar mágico donde, una pequeña mesita y un vetusto sillón invitaban al visitante a sentarse y tomar un excelente café luso.


La magia de este lugar solo es comparable a la cantidad de turistas que lo visitan


En clave local, estamos asistiendo igualmente al surgimiento de este tipo de locales en Ciudad Real como por ejemplo "La Madriguera" situado en la calle Toledo, subiéndose también a esta nueva tendencia librerías como Litec, Birdy o Serendipia.


Es una buena noticia la aparición de este tipo de locales en nuestra ciudad


El placer de tomar un café mientras se está disfrutando de un buen libro en un ambiente que incita a la tranquilidad y a la concentración es algo que en estos lugares se hace más fácil, destacando en este sentido también Guridi, un lugar donde, he podido leer y ser testigo de la reunión de personas en torno a una mesa para hablar de cultura y libros, algo propio de los cafés de antaño y que hoy en día se hace casi imposible frente al monotema balompédico, dejando a un lado, por supuesto, cuestiones defraudatorias. 


Otro lugar donde perderse con un buen libro en Ciudad Real


Viene a mi mente una frase de Mariano José de Larra, un autor de vigencia imperecedera que decía: "¿No se lee en este país porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee? Esa breve dudilla se me ofrece or hoy, y nada más. Terrible y triste cosa me parece escribir lo que no ha de ser leído"... pues eso.


Este gráfico es muy esclarecedor de la situación de la lectura en España



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