NÉBULA O CÓMO PONER SINTONÍA A LA AMISTAD

Una vez más me siento frente a esta tribuna virtual que es este blog para plasmar en la pantalla de lo digital pensamientos, vivencias y sensaciones que pasan por mi cabeza con el tamiz del sentimiento. De nuevo por aquí para compartir con vosotros un regalo musical que me ha concedido Justo Fernández, amigo y hermano de espíritu en ese tránsito que es la comunicación a través de la palabra, de la escritura y de la música, llevando por bandera la curiosidad y la emoción de seguir entusiasmándonos por los detalles de la realidad.

Justo me ha dedicado Nébula, una maravilla sonora en la que se recoge mucho de lo que soy y a lo que aspiro; y es que somos viajeros de lo interestelar, parte de un abismo de estrellas del que formamos parte aunque nos empeñemos en ir a contracorriente. Mi agradecimiento es infinito hacia este compositor, poeta y maestro con el que comparto esa inquietud por comunicar, por escuchar y por aprender, también esas noches de radio, esas madrugadas de desvelo creativo y esas satisfacciones que, de vez en cuando, la caprichosa fortuna pone en nuestro camino.

Clic sobre la imagen para acceder al canal de YouTube de Justo Fernández.

Casi nadie es profeta en su tierra, y en la nuestra, amigo Justo, menos, por lo que estará bien viajar a través de la música a esas galaxias siderales de lo prodigioso, a esos mundos paralelos donde uno es valorado por lo que es y no por lo que tiene, a esos recovecos del camino vital donde una palabra de aliento y amistad valen por un reino.

J.F. en su participación en el programa Cuarto Milenio de Iker Jiménez

Mientras escribo esta entrada suena de fondo Nébula, la que será la nueva sintonía del podcast, ese hermano gemelo de este blog; puedo afirmar que con esta vela sideral mi entusiasmo por crear surcará nuevos espacios de fascinación , nuevas vías de escucha y acercamiento al otro, de aprendizaje y de comunicación.

Poema que aparecerá en el 2º poemario de Justo

Amistad, divino tesoro, y cuando esa fortuna inmaterial se encuentra dentro de un baúl engastado con las piedras preciosas de la integridad, de la coherencia y de la sinceridad, uno lo transporta con orgullo y humildad frente a las tormentas procelosas del día a día. Disfrutemos de la música de Justo Fernández, de su creatividad, de lo que es y representa y de lo que seguro está por llegar en su horizonte de creatividad.