Un ensayo reciente planteaba que dos de los problemas más relevantes de la sociedad actual eran la indiferencia y la impunidad, conceptos que se dan la mano y que generan un círculo vicioso de corrupción, desigualdad y vacío ético.
Un libro cargado de reflexión y acierto |
No puedo estar más de acuerdo con esta cuestión, a poco que uno mire a su alrededor podrá comprobar como desgraciadamente los tentáculos de estas pérfidas consignas campan a sus anchas. Esa es la clave, mirar más allá de la autocomplacencia social imperante y observar como a pocos pasos de nosotros se originan injusticias y catástrofes ante las cuales dar la espalda es la opción más fácil y cobarde.
Todo un referente de integridad y coherencia |
Hace pocos días tuve que detener mi coche en una céntrica calle de una localidad mánchega para recoger a un gato muerto que había sido atropellado minutos antes, esta escena pudieron contemplarla más de una veintena de lugareños que estaban sentados plácidamente en una terraza de verano deleitándose con sus bebidas frescas y sus suculentas viandas sin adolecerse del cadáver de un diminuto ser vivo que minutos antes cruzaba por esa fatídica calle.
Una verdadera cura de humildad este libro de APR |
El conductor que lo atropelló nunca paró y los espectadores de esta crueldad siguieron atiborrándose a escasos metros de una gran mancha de sangre que era la prueba indeleble de su indiferencia, solo me quedó recoger ese cuerpo todavía caliente y llevarlo a un digno lugar donde reposar por el resto de la eternidad con el manto de las estrellas como único testigo.
Un verdadero descubrimiento literario |
Al día siguiente, cuando la canícula estival estaba en todo su apogeo, al pasar junto a la entrada de un conocido supermercado me topé con un indigente cuya única compañía eran sus recuerdos y un pequeño perro gris y negro con unos ojos vivarachos llenos de alegría.
Simplemente El Roto |
Personas con prisa pasaban junto a ellos indiferentes ante aquel drama eterno de la pobreza, sin pensarlo demasiado accedí a ese templo del consumismo y adquirí un poco de comida y bebida fresca para ese hombre y para su amigo peludo de cuatro patas, compañeros de andanzas unidos por la adversidad que soportaban los giros de cabeza y de alma de seres "que se preocupan por las personas mucho, pero mucho, mucho...".
El grito silencioso de la Naturaleza |
Ese mismo día, cuando el sol caía en el horizonte, transitaba yo por una autovía de nuestra península cuando un vehículo de alta gama me adelantó a una velocidad vertiginosa, su conductor, un joven imberbe, sostenía junto a su oreja un móvil mientras que cogía el volante con la otra mano; además de cometer varias infracciones con su acción temeraria e imprudente estaba poniéndose en peligro a él mismo y a todos los que estábamos en ese momento discurriendo por esa carretera.
Dar sentido pleno a la vida |
En estos tres ejemplos "cotidianos" quedan patentes esas dos premisas señaladas al principio del post, indiferencia e impunidad; para personas mediocres y frívolas pueden parecer casos nimios e intrascendentes, pero realmente son indicadores inequívocos de las distorsiones provenientes desde las altas esferas y que padecemos los ciudadanos.
Un imprescindible contra la indiferencia |
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