UN CAMINO INFINITO POR DESCUBRIR

Recientemente he concluido una lectura que para mí ha representado algo más que un libro , se trata de la novela escrita por Luis Mariano Fernández Pimentel titulada El camino infinito, un relato que engancha desde los primeros renglones y que no puedes dejar de leer hasta que llegas al final de la partida.

Luis M. Fernández junto a la 2º Edición de su libro

Digo partida porque Luis Mariano nos invita a participar en un juego, en un recorrido iniciático por el Camino de Santiago a través de las páginas de un libro que gustará a los que no han realizado ese camino de superación y búsqueda personal y que enamorará a los que, como yo, ya hemos pisado los mismos senderos que Noé, su protagonista, o debería decir uno de sus protagonistas, porque en esta lectura hay muchos y muy diversos protagonistas.

El autor junto a las enigmáticas Caras de Bélmez

Sin querer desvelar la trama y el argumento, sí puedo afirmar que, para todos aquellos que sienten curiosidad por conocer más allá de lo visible, de lo tangible y de los esperado, este libro es una llave maestra para sentir más y pensar menos.

El camino infinito es también una guía iniciática al camino

El camino infinito se me antoja como una verdadera bitácora si uno atisba la idea de emprender rumbo donde la tierra termina y comienza el inmenso océano ya que no solo será una guía histórico artística, sino también, y tal vez lo más importante, un verdadero hilo de Ariadna para encontrar la salida al laberinto interior en el que muchas veces nos encontramos a lo largo de las tesituras de la vida.

Viajero infatigable en busca del misterio en numerosos países

Y es que el Camino infinito trata también de eso, de señales, de silencios, de miradas, de sonidos, de olores, de ausencias y permanencias, y todo ello hilado con una narrativa amena, cercana y reconfortante con la que uno siente esa prisa apremiante por pasar a la siguiente hoja, al siguiente capítulo, aun temiendo que el libro finalizará, como el propio camino aunque los que ya hemos recorrido esas veredas sabemos que eso no sucede realmente y que el fin es el principio.

El hallazgo de esta lectura por mi parte no ha sido casual,  ya que llevo siguiendo la trayectoria reporteril de Luis Mariano Fernández desde hace muchos años, siendo especialmente interesantes y recomendables sus trabajos periodísticos como por ejemplo su libro junto a Iker Jiménez titulado Tumbas sin nombre o mi admirado programa de televisión Mis enigmas preferidos que sigo disfrutando cada poco tiempo.

Numerosas y exitosas charlas en torno a su libro infinito

Destacar también programas televisivos como Conectando almas, El viajero del alma o Noches casi secretas además de sus reflexiones en diferentes formatos audiovisuales como por ejemplo sus Nocturnos de radio que son un verdadero remanso de reflexión frente a la inmediatez sin sentido de nuestro día a día.

En los últimos tiempos he tenido la inmensa suerte de haber compartido algunas reflexiones con el propio autor, es lo que tienen en ocasiones las redes sociales, percibiendo una misma sintonía; además los dos hemos sido peregrinos por ese Camino infinito que ahora conozco un poco más gracias a Luis Mariano Fernández, por todo ello la lectura de su libro se hace imprescindible para todos los que anhelamos algo trascendente al otro lado, que no es sino una continuación de este. Gracias Luis Mariano por este libro y por darnos a conocer a sus personajes que son en el fondo un espejo de nosotros mismos, y como siempre me gusta decir: ¡Ultreia...et suseia!

Dos libros que buscan respuestas a numerosas preguntas